Cerca de 500 familias de niños, niñas y jóvenes se han dirigido en las últimas semanas al Sindicato de Enfermería, SATSE, para trasladarle su preocupación por que el centro educativo en el que cursan estudios sus hijos e hijas no cuentan con una enfermera escolar por mucho que así lo han reclamado a sus correspondientes administraciones educativas y sanitarias.
Desde que el Sindicato de Enfermería inició su estrategia de actuación tendente a lograr la implantación generalizada de la enfermera escolar en todo el Estado, son muchos los padres y madres que se han puesto en contacto con la organización sindical para relatar su experiencia personal y reiterar la urgente necesidad de que el centro educativo de sus hijos e hijas cuenten con este profesional sanitario.
La madres y padres son conscientes de que, además de realizar una labor asistencial y de cuidados al conjunto del alumnado, y especialmente a los niños con necesidades sanitarias específicas (diabetes, asma, epilepsia…), y actuar en situaciones de urgencia al producirse un accidente en el centro, la enfermera puede promover numerosas actividades informativas y de sensibilización para fomentar hábitos de vida saludables que eviten problemas de salud futuros (obesidad, consumo de alcohol, tabaco, sustancias estupefacientes…)
En este sentido, SATSE recuerda que las enfermeras y enfermeros pueden promover la educación para la salud, tanto individualizada y colectiva a alumnos padres y madres y docentes, así como actividades formativas (talleres, seminarios, charlas…), sobre hábitos de vida saludables, pautas correctas de alimentación, prevención de trastornos de la conducta alimentaria, drogodependencias, adicciones, autocuidado, salud afectivo-sexual…
Con el inicio del nuevo curso escolar 2022-2023, y una vez constatado que salvo honrosas excepciones, la inmensa mayoría de centros educativos públicos siguen sin contar con una enfermera escolar, cerca de 500 madres y padres han manifestado su malestar al Sindicato de Enfermería, al igual que ha quedado reflejado también en diferentes medios de comunicación, tanto online como offline.
Ante esta lamentable realidad, el Sindicato de Enfermería sigue animando a los padres y madres que, a través de la página web ‘enfermeraescolarya’, rellenen el modelo de carta pidiendo la implantación de la enfermera escolar en su colegio e instituto y lo dirijan a la Consejería de Educación y Sanidad correspondiente en cada caso.
“Cada vez son más las voces de madres padres que demandan que se garantice el derecho a la salud de sus hijos e hijas en los centros en los que pasan gran parte de su tiempo y estamos convencidos de que su arrojo y tesón logrará, más pronto que tarde, que las distintas administraciones públicas hagan caso a este clamor generalizado y apuesten, sin medias tintas, por la enfermera escolar”, apuntan desde la organización sindical.
SATSE subraya que, a pesar de que la Organización Mundial de la Salud (OMS) y otros organismos e instituciones han evidenciado que la enfermera escolar constituye una figura fundamental para garantizar que los centros educativos sean más saludables y seguros, las consejerías de Sanidad y Educación se limitan, en términos generales, a incorporar a algún profesional de manera puntual en determinados centros en los que hay niños con necesidades especiales.
En lo que respecta al modelo de implantación a seguir, el Sindicato remarca que hay que se establecer criterios normativos homogéneos en todo el Estado, en cuanto a competencias, dependencia y grado de participación en la comunidad educativa, y, una vez asignado cada colegio al centro de salud de referencia, la enfermera o enfermero debe pertenecer al centro de salud a todos los efectos, pero llevando a cabo su actividad profesional exclusivamente en el centro educativo.
“La incorporación de una enfermera o enfermero al centro escolar representa un cambio muy importante en las vidas de miles de familias, especialmente en aquellas que tienen hijos e hijas con problemas de salud crónicos y que viven día a día con la intranquilidad de no tener asegurada la atención que requieren durante el horario escolar”, recalca SATSE, apuntando, además, que ”favorecería en gran medida la conciliación de la vida laboral y familiar, evitando el absentismo escolar de los menores y el laboral de sus progenitores”.
